miércoles, 6 de mayo de 2020

Diario de cuarentena. Día 53. Miércoles 06/05/2020

Mucho ha cambiado desde la última entrada. Afortunadamente, la curva de la epidemia ha seguido bajando de forma importante en todas las regiones y ya llevamos varios días en los que el número de fallecidos baja de 200 y los nuevos contagiados menos de 1000. Aunque siguen siendo cantidades altas, sobre todo las de fallecidos, la realidad es que hay una tendencia clara a la baja, que invita al optimismo. Siguiendo con esto, los anuncios en las últimas semanas han sido continuos. En primer lugar, a partir del domingo 25 de abril, se permitió que los niños menores de 14 años pudieran salir de casa, con condiciones restringidas (menos de 1 hora y a menos de 1km de casa), pero algo es algo. Ese día, aprovechando las buenas temperaturas de final de abril y que el día escogido fuera domingo, las calles se volvieron a llenar de ruido. Sin embargo, se difundieron imágenes poco edificantes de nuestra sociedad, con gente incumpliendo las normas de forma preocupante.

Poco después, desde el Gobierno se anunció el plan de desescalada, repartido en 4 fases, y que empezaría con la fase 0 el sábado 2 de mayo. En la fase 0, se permite ya la salida a hacer deporte o a pasear, aunque en tramos horarios en función de edades y tipo de actividad. Este plan de desescalada nos llevaría a poder tener un principio de normalidad a partir de la fase 1, con la apertura gradual de establecimientos y bares aunque con limitaciones de capacidad, y la posibilidad de moverse dentro de una misma provincia. Ya en fases posteriores, se irían incrementando las posibilidades hasta alcanzar la 'normalidad' a mediados de junio. Todo ello, en función de la región y provincia, y en base al cumplimiento de indicadores establecidos previamente.

Por mi parte, el sábado aproveché para salir a correr por primera vez tras más de 6 semanas. Me lo tomé con calma, y la verdad que disfruté mucho. En general, la gente bastante respetuosa con las medidas, pero a la vez con sensación de alivio y de satisfacción, en un ambiente casi festivo. Tras varias semanas de confinamiento, estaba claro que la gente tenía ganas de salir. A mitad mañana tuvimos la fiesta ibicenca y ya casi casi nos vamos despidiendo de esta época de cuarentena.

Hoy miércoles, aprovechando que tenía un webinar y que necesitaba asegurar una buena conexión, he vuelto a la oficina, tras casi 50 días. El lunes en principio empezamos con la fase 1, en la que se permitirán reuniones de hasta 10 personas... Da un poco de vértigo ver el cambio en poco más de 15 días, en que hemos pasado de estar totalmente confinados en casa, a poder estar tranquilamente almorzando en una terraza. Es difícil saber si el ritmo es el correcto, o si es demasiado rápido y tendremos que retroceder a la casilla de salida del confinamiento, o si es demasiado lento para una economía moribunda en muchos sectores. El tiempo dirá. Sigue habiendo mucha incertidumbre e iremos informando de cómo evolucionan las cosas.

miércoles, 22 de abril de 2020

Diario de cuarentena. Día 40. Miércoles 22/04/2020

40 días. Lo que viene siendo una cuarentena de libro. Eso es lo que llevamos confinados en casa. Increíble, pero cierto. Cómo ha cambiado nuestra vida en poco más de mes y medio.

Sin embargo, parece que se empieza a ver la luz al final del túnel. Aunque se va prorrogar una vez más el Estado de Alarma hasta el 10 de mayo, parece que los niños podrán ya empezar a salir de forma controlado a partir de este domingo.

Los detalles aun no se han concretado y la realidad vuelve a superar a la ficción en cuanto a incompetencia política. Tras anunciar Pedro Sánchez el viernes 17 que los niños podrían salir a partir del 26 para dar un paseo, ayer martes tras el Consejo de Ministros se confirmó que los niños podrían salir, pero sólo para acompañar a los adultos a hacer los recados, es decir, para ir al súper, al banco o la farmacia. Justo los únicos lugares que ahora están más frecuentados y donde seguramente sea menos indicado llevar a los niños. La cagada era mayúscula. Un disparate. Menos de 6 horas después, anunciaron que rectificaban, y que sí que se permitirían salir a los niños a dar un paseo y que ya darían los detalles más adelante. Y yo me pregunto, si en un tema tan evidente, de sentido común y compartido por todos se decide mal, no quiero ni imaginar la de 'cagadas' que se están haciendo y no nos enteramos.

Está claro que la pandemia era difícil de predecir (aunque hubo gente que lo hizo y que sí avisó), y que los gobiernos están desbordados ante la magnitud del problema, pero la realidad es que toman decisiones que se rectifican posteriormente, se compra material defectuoso, se anuncian medidas que no llegan y el tiempo sigue pasando. La crisis económica que se avecina va a ser brutal y no parece que haya nadie al timón del barco.

En mi opinión, ahora que se ha estabilizado el problema, habría que dar a conocer la hoja de ruta para los próximos meses. Probablemente en función de determinadas variables o incluso en función de los territorios, pero no se puede tener a 47 millones de personas en esta sensación de incertidumbre. Aunque parezca mentira, se acerca el verano y nadie sabe realmente lo que se podrá o no se podrá hacer. No sería más coherente preparar un plan por fases, supeditado al cumplimiento de ciertas variables, para que la gente supiera a qué atenerse.

Por otro lado, la primera solución de confinarnos a todos cuando la pandemia estaba generalizada está bien. Llegó tarde, pero era solución más acertada. Sin embargo, ahora, cuando la cifra de contagiados se ha estabilizado, cuando los hospitales ya empiezan a recuperar la 'normalidad', no tengo claro que el confinamiento siga siendo la mejor opción. Creo que la salida debe ser gradual, pero mucho más rápida que lo que se está planteando. En otros países están ya incluso volviendo a abrir escuelas, mientras en nuestro caso aun estamos a la espera de que nos digan el plan que están preparando.

Es difícil saber lo que piensa la gente, más allá de las batallas en la prensa diaria y discusiones en redes sociales. La mayoría seguimos saliendo a las 20.00 a aplaudir como borregos que es lo que nos han dicho que hay que hacer. Yo salgo todos los días el primero y agradezco el esfuerzo a los trabajadores que están en primera línea, pero creo que está llegando el momento de decirle a los políticos que ya está bien. Ya está bien de ruedas de prensa interminables, de hablar como si estuviéramos en guerra y de tratarnos de forma casi pueril, diciéndonos que ha bajado el consumo de queroseno y subido el de Internet. Yo creo que hay que exigir más.

En fin, no sigo que no quiero centrarlo todo en tema político, pero la situación se está haciendo muy larga. En casa, seguimos intentando pasarlo lo mejor posible dentro de las circunstancias. El sábado pasado celebramos la Feria de Abril en el balcón, y la semana que viene tenemos también organizada fiesta de disfraces. Por cierto, finalmente, la semana pasada me llegó una de las bicis que había comprado por Internet y que en teoría me habían cancelado... Como esto se sigue alargando, me queda el consuelo que la podré utilizar algunas semanas más.

A cuidarse!!

domingo, 12 de abril de 2020

Diario de cuarentena. Día 30. Domingo 12/04/2020

Ya ha pasado un mes. Ni más ni menos que 30 días. Me viene a la cabeza mi sorpresa cuando escuchaba a principios de marzo las noticias del confinamiento obligado en ciertas ciudades de Italia. Y cómo protestaba la gente cuando se cancelaron las Fallas, o cuando se empezaron a cerrar colegios en Madrid o en País Vasco. Todo eso fue en la semana del 9 de marzo. A partir de ahí, los acontecimientos se han ido sucediendo cual película de Hollywood. Cierre total en toda actividad no esencial, toda la gente en sus casas, y evolución vertiginosa en los números de casos y muertos diarios.
Actualmente en España tenemos casi 170.000 casos confirmados y más de 17.000 muertos por COVID-19. Y todo según los datos oficiales, porque en los últimos días se ha ido extendiendo la idea de que los casos son muchos más, tanto a nivel de casos como de fallecidos. La semana pasada se aprobó en el Congreso una nueva prórroga del Estado de Alarma, hasta el 26 de abril y tiene pinta de que no será la última. En los últimos días se observa una ligera reducción y parece que la crisis empieza a estar controlada.

Mientras tanto, la gente lo lleva lo mejor que puede. La gente le pone al mal tiempo buena cara y, trata de ingeniárselas dentro de las limitaciones para divertirse. Estos días de Pascua han sido especiales por las circunstancias, pero no han estado mal. He hecho deporte (pasillo y elíptica), hemos salido al balcón varias veces al día para aplaudir, bailar y tomar el aperitivo, hemos 'preparado' una paellita, hemos comida chocolate y mona y hasta hemos volado la cometa. Además, hemos descubierto que tenemos un vecindario excepcional, hasta el punto de engalanar los balcones en plan festivo, organizar un concurso de cometas, escuchar todos juntos musiqueta de Pascua el Domingo Santo o bailar la coreografía de la canción Dale la vuelta al meme todos los días. Y también que las trabajadoras del Mas y Mas son una cracks con ganas de fiesta y de pasarlo bien. En resumen, teniendo en cuenta la situación, sabiendo que hay gente enferma, o con familiares cercanos sufriendo, el menor de los males es no poder salir de casa.

Sin embargo, llegado a este punto, surge la incertidumbre de qué pasará después, con muchas preguntas en el aire sobre cuándo y cómo se levantará el confinamiento. Se escuchan rumores de que será un levantamiento progresivo, de que los niños ya no volverán al cole este año o que los ancianos no podrán salir hasta casi final de año, pero no está nada claro. El verano está a la vuelta de la esquina y la gente empieza a preguntarse qué pasará entonces. Sinceramente, no tengo nada claro qué pasará. De momento, sí parece claro que se van a cancelar los eventos de todo tipo, por lo que no podremos correr la Vuelta al Aneto de mediados de julio y no habrá festival Medusa en Cullera. Pero, qué pasará con las playas, con los bares, con los desplazamientos... eso está por ver.

Seguiremos informando.





viernes, 3 de abril de 2020

Diario de cuarentena. Día 20. Viernes 03/04/2020

Siguen pasando los días...y esto parece no tener fin. Esta semana me han cancelado dos nuevos pedidos de bicicletas estáticas, con lo que ya llevo tres y lo voy a dejar por imposible. Ahora el plan diario consiste por hacer una media horita de ejercicios tipo gimnasio y ya el fin de semana hacer algo más 'consistente' para cambiar. Sin ir muy lejos, el sábado por la mañana corrí unos 11 km pasillo arriba y pasillo abajo. Una horita y diez minutos que la verdad tampoco se me hicieron tan largos. De todas formas, no es un plan especialmente apetecible. El día a día empieza a estabilizarse, aunque parece que esto va a ser largo. Diría que los que mejor lo llevan son los niños, que tienen una capacidad de adaptación brutal. Tendríamos que aprender de ellos.

A nivel global, según los datos que se publican, llevamos dos días estableciendo picos máximos de muertes en España, con más de 900 ambos días, aunque parece que la cifra de nuevos casos detectados empieza a reducirse. Hemos pasado de los más de 9.000 casos del 31 de marzo a unos días con poco más de 7.000. A nivel político la cosa empieza a ponerse tensa. El Gobierno decidió restringir la actividad a sectores críticos durante dos semanas y a nivel económico la cosa empieza a ser dramática. La semana que viene se celebra Semana Santa y está claro que va a ser la Semana Santa más extraña de la historia, con la gente en sus casas, sin procesiones, desplazamientos. En fin, veremos la evolución. En principio, el Estado de Alarma acabará el 11 de abril, aunque todo hace pensar que va a haber sucesivas prórrogas. Veremos si la tendencia de estabilización se mantiene y qué pasa a partir de entonces, porque las perspectivas no son nada alagüeñas.

Seguimos contando.

martes, 24 de marzo de 2020

Diario de cuarentena. Día 10. Martes 24/03/2020

Increíble, pero cierto. Ya han pasado 10 días desde el anuncio de la prohibición de salir de casa, excepto en casos excepcionales. Además, se ha aprobado ya una ampliación de 15 días al período inicialmente establecido, por lo que el nuevo escenario nos lleva a como mínimo al 12 de abril. Sin embargo, lo realmente duro sigue siendo escuchar los números cada vez mayores de contagiados y fallecidos en todo el país, y prácticamente en todo el mundo. Actualmente en España la cifra llega casi a los 40.000 contagiados y casi 3.000 muertos, y la curva parece no tener techo. No queda otra que hacer caso a los expertos y seguir con el confinamiento, evitando exponerse lo máximo posible. Además, la extraña sensación de seguridad que te daba no tener conocidos entre los afectados va desapareciendo con las noticias de gente cercana afectada y algún fallecido. En China parece que la situación va mejorando, tras más de dos meses de confinamiento y parece que ya ven la luz al final del túnel. Aquí, sin embargo, parece que la penumbra sigue ganando terreno. 

Estando tan acostumbrados como estamos a ver películas con argumentos similares, en los que una pandemia mortal o un enemigo espacial asola la población mundial (Contagio, Estallido, 12 monos, ...) resulta algo sorprendente que estemos todos tan en shock. Siempre se ha dicho que la realidad supera a la ficción, con lo que deberíamos estar ya preparados. Además, están proliferando ahora en Internet declaraciones de gente reputada como Bill Gates en los que se apuntaba a la proximidad de una pandemia de este tipo y a la falta de preparación para evitarlo. Por tanto, no resulta tan extraño que esto esté pasando. Aparte de la actualización de datos sanitarios, la actualidad está marcada por la sucesión de cancelaciones en eventos de todo tipo, principalmente deportivos. El último ha sido los JJOO, previstos para este verano en Tokio y que, en principio se celebrarán en 2021. Es curioso que fue también Tokio la sede los JJOO que se cancelaron en 1940 por la II Guerra Mundial, hace ya 80 años. Y hace 40 años, en 1980, a punto se estuvo también de cancelarlos al estar en plena Guerra Fría entre EEUU y la Unión Soviética y que desembocó en el boicot de algunos países. En este caso, no se trata de una guerra, sino de algo más incontrolable e impredecible, por lo que la incertidumbre es si cabe todavía mayor. 

A nivel personal, la cosa funciona más o menos bien. Nos vamos acostumbrando a estar encerrados y los peques no parecen de momento muy agobiados. Más bien al contrario, cualquier excusa es buena para entretenerse. Empezamos a hacer videollamadas con la familia e incluso con amigos y de hecho el domingo disfruté de una buena cerveza en el balcón, mientras hablaba con Juanvi y Jose. Hoy Leo ha tenido también un breve encuentro con la seño Carmen y algunos compis de su clase, a cual más vergonzoso. Lo que está claro es que la vida sigue y hay que seguir caminando. Nosotros seguimos saliendo los cuatro al balcón a las 20.00 a aplaudir a todas las personas que siguen al pie del cañón y luchando por el resto (sanitarios, trabajadores, etc.) y a bailar un par de canciones. Ahora hay quien dice que estas concentraciones en el balcón también pueden ser foco de contagio. En fin, no sé cómo acabaremos. 

De momento, las industrias básicas siguen funcionando, y áreas como alimentación, energía, comunicaciones, logística u otros están garantizados. Pese a ello, resulta inquietante ir al súper y ver que muchos artículos están agotados y hay estanterías completas totalmente desvalijadas. Esperemos que el ritmo de contagio no vaya a más, porque entonces la histeria colectiva puede ser más peligrosa que el propio virus. 

Por cierto, he decidido no afeitarme hasta que podamos salir, con lo que llevo justo dos semanas con una barba cada vez más poblada (principalmente blanca). Está claro que si seguimos confinados hasta Navidad, Papá Noel tendrá un duro competidor.

Seguiremos informando. Besos y abrazos para todos. Todo irá bien o, como pone Leo en la foto, TOT ANIRÀ BÉ.


domingo, 15 de marzo de 2020

Diario de cuarentena. Día 1. Domingo 15/03/2020

Hola. Día 1. Hoy es el primer día de cierre total, aunque con excepciones. Se puede ir a comprar, al banco o a trabajar, pero nada relacionado con ocio. Así, ya que no se podía salir a correr, he optado por bajar al garaje del edificio a dar vueltas y aprovechar la rampa de los coches. Al final, media horita buena y un poco de dopamina pa'l cuerpo.

Durante el día, muuuchas actividades. Hemos pintado, jugado a fútbol, a baloncesto, hemos cantado, bailado y hasta visto una peli. El confinamiento tiene su parte positiva de estar con la familia, aprender a convivir con los que queremos y disfrutar de otra parte de la vida. Mirar un poco más hacia dentro y sacar lo mejor de cada uno de nosotros. Ah, y a las 20 hemos salido a aplaudir a los sanitarios por la labor que hacen diariamente en la luchas contra el virus.  

De momento, lo llevamos bien en general, aunque lo duro empezará a partir de ahora. Hoy han seguido las comparecencias y las noticias. A partir de mañana lunes parece que saldrá el ejército para controlar la circulación de personas y las cifras de contagio siguen siendo muy preocupantes. En mi pueblo, hoy se han notificado los primeros contagios, por lo que empieza a palparse un ambiente de inquietud. Los supermercados van a empezar a controlar la distancia entre clientes y a limitar lo que se lleva cada uno. El tema se pone cada vez más complicado.

En paralelo, la gente no para de sacar iniciativas y de involucrarse al 100% en el seguimiento de medidas. Las redes sociales sirven para difundir todas estas iniciativas y para tener una sensación importante de grupo, de unidad, de pertenencia. Mañana iré a la oficina a recoger alguna cosa y a ver cómo está el ambiente. Ya os contaré.

Vamooooos!!

sábado, 14 de marzo de 2020

Diario de cuarentena. Día 0. Sábado 14/03/2020

Hola!! Hace diez años me despedía de mi faceta literaria, tras Living the American Dream y Living the European Dream, mis dos estancias en Chicago y Bruselas. Ahora, en 2020, la actualidad me hace retomar la afición de escribir.

Todo empezó a finales de 2019, en una provincia de China, Wuhan, donde se empezaron a reportar casos de neumonía grave de causa desconocida. En enero, los científicos chinos consiguieron aislar e identificar al patógeno causante del brote, un nuevo tipo de virus conocido como coronavirus, con ciertas similitudes a anteriores enfermedades, pero con una capacidad de contagio mucho más elevada. Poco a poco, el virus se fue extendiendo a lo largo de todo el mundo. Primero en países asiáticos y, poco después pasó a Europa, que se convirtió en epicentro de la pandemia en el mes de marzo. En Italia pasaron de 15 casos el 21 de febrero a más de 20.000 casos confirmados y casi 1500 muertes en poco más de 20 días. Pese a ello, la respuesta en España fue muy lenta. El ritmo de contagio tuvo un inicio menos intenso que en Italia, aunque a partir del 8 de marzo todo se desbordó, pasando en poco más de 5 días de algo menos de 500 casos a más de 6.000 y casi 200 muertes a 14 de marzo.

Es curioso que, cuando el virus ya empezaba a mostrar su capacidad de contagio y su peligrosidad, se seguían celebrándose eventos multitudinarios de todo tipo, como la manifestación 8M en todas las grandes ciudades. A partir de entonces, el tema empezó a desbordarse, se empezó con la cancelación de eventos como las Fallas y, finalmente, el sábado 14 de marzo el Gobierno decretó el Estado de Alarma, suspendiendo durante 15 días prácticamente toda actividad no esencial, y prohibiendo salir de casa excepto en determinados casos excepcionales. Tiempo habrá para juzgar si las decisiones tomadas y los plazos que se dispusieron fueron adecuados o se actuó con irresponsabilidad en algún ámbito. Lo que está claro es que esta enfermedad marcará un antes y un después a todos los niveles en nuestra civilización.

En una sociedad marcada por las prisas, el estrés y la necesidad de hacer mil cosas para sentirse vivo, esta bofetada de realidad nos debería servir para darnos cuenta de lo que es realmente importante. Alguna vez he escuchado la frase de 'Que pare el mundo, que yo me bajo', para criticar la rapidez con que sucede todo y el sinsentido de la sociedad hiperactiva en la que vivimos. Pues bien, finalmente ha sido el mundo quien nos ha echado del tren y nos ha urgido a tomarnos un respiro obligado. Las consecuencias económicas van a ser devastadoras. Multitud de empresas de todo tipo van a echar el cierre, algunas de forma temporal, otras de forma permanente, así que habrá que recomponer todo esto cuando pase la tormenta.

Como esto es algo histórico, voy a aprovechar para hacer un pequeño diario de cuarentena. En mi caso, 15 días entre cuatro paredes junto a Patri y mis hijos Leo, de 5 años, y Carla, de 1 añito. Seguro que saldremos adelante más fuertes y unidos que nunca.

Os dejo con algunas portadas de estos días para dar una visión de la dimensión del problema.














Seguimos!!!!