sábado, 14 de marzo de 2020

Diario de cuarentena. Día 0. Sábado 14/03/2020

Hola!! Hace diez años me despedía de mi faceta literaria, tras Living the American Dream y Living the European Dream, mis dos estancias en Chicago y Bruselas. Ahora, en 2020, la actualidad me hace retomar la afición de escribir.

Todo empezó a finales de 2019, en una provincia de China, Wuhan, donde se empezaron a reportar casos de neumonía grave de causa desconocida. En enero, los científicos chinos consiguieron aislar e identificar al patógeno causante del brote, un nuevo tipo de virus conocido como coronavirus, con ciertas similitudes a anteriores enfermedades, pero con una capacidad de contagio mucho más elevada. Poco a poco, el virus se fue extendiendo a lo largo de todo el mundo. Primero en países asiáticos y, poco después pasó a Europa, que se convirtió en epicentro de la pandemia en el mes de marzo. En Italia pasaron de 15 casos el 21 de febrero a más de 20.000 casos confirmados y casi 1500 muertes en poco más de 20 días. Pese a ello, la respuesta en España fue muy lenta. El ritmo de contagio tuvo un inicio menos intenso que en Italia, aunque a partir del 8 de marzo todo se desbordó, pasando en poco más de 5 días de algo menos de 500 casos a más de 6.000 y casi 200 muertes a 14 de marzo.

Es curioso que, cuando el virus ya empezaba a mostrar su capacidad de contagio y su peligrosidad, se seguían celebrándose eventos multitudinarios de todo tipo, como la manifestación 8M en todas las grandes ciudades. A partir de entonces, el tema empezó a desbordarse, se empezó con la cancelación de eventos como las Fallas y, finalmente, el sábado 14 de marzo el Gobierno decretó el Estado de Alarma, suspendiendo durante 15 días prácticamente toda actividad no esencial, y prohibiendo salir de casa excepto en determinados casos excepcionales. Tiempo habrá para juzgar si las decisiones tomadas y los plazos que se dispusieron fueron adecuados o se actuó con irresponsabilidad en algún ámbito. Lo que está claro es que esta enfermedad marcará un antes y un después a todos los niveles en nuestra civilización.

En una sociedad marcada por las prisas, el estrés y la necesidad de hacer mil cosas para sentirse vivo, esta bofetada de realidad nos debería servir para darnos cuenta de lo que es realmente importante. Alguna vez he escuchado la frase de 'Que pare el mundo, que yo me bajo', para criticar la rapidez con que sucede todo y el sinsentido de la sociedad hiperactiva en la que vivimos. Pues bien, finalmente ha sido el mundo quien nos ha echado del tren y nos ha urgido a tomarnos un respiro obligado. Las consecuencias económicas van a ser devastadoras. Multitud de empresas de todo tipo van a echar el cierre, algunas de forma temporal, otras de forma permanente, así que habrá que recomponer todo esto cuando pase la tormenta.

Como esto es algo histórico, voy a aprovechar para hacer un pequeño diario de cuarentena. En mi caso, 15 días entre cuatro paredes junto a Patri y mis hijos Leo, de 5 años, y Carla, de 1 añito. Seguro que saldremos adelante más fuertes y unidos que nunca.

Os dejo con algunas portadas de estos días para dar una visión de la dimensión del problema.














Seguimos!!!!

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